Dimas Marín: “El secreto es no pensar que se puede, sino en sentir que lo
tienes”
A pesar de haber conquistado el triunfo deportivo, su anhelo más importante es alcanza su paz espiritual
Douglas Fuentes
Disciplina, constancia, esfuerzo y preparación son las cuatro
virtudes cardinales que envuelven el nombre de este hombre, que con su
trayectoria deportiva se ha logrado apoderar de las principales noticias
deportivas de los distintos medios de comunicación social del país, y como no
hacerlo si su desempeño como atleta de la gimnasia aeróbica venezolana lo ha
llevado a subirse al pódium de ganadores a recibir múltiple medallas doradas en
los diferentes campeonatos disputado alrededor del mundo.
Con dedicación y optimismo ha podido conseguir el equilibrio
perfecto para alcanzar su madurez deportiva y enfrentar a grandes deportistas,
alcanzado muchas veces el primer lugar para regalárselo a todos sus paisanos.
Considerado como el mismo se denomina: “El hombre más enamorado de su pueblo
natal” ya que no cambiaría a su San Felipe, por ninguna metrópolis del mundo a
la cual ha viajado para competir.
Sin duda alguna, Dimas Marín es un ser humano ejemplo del popular
lema “Cuerpo sano, mente sana” De allí la imperiosa necesidad de realizar esta
entrevista, para la cual solo tuve que hacer un llamado a su número móvil y con
su gran humildad, me citó para compartir conversar con él en sus sitio
preferido, el gimnasio de gimnasia y su hogar familiar.
Al llegar a la ciudad deportiva de San Felipe, entré al gimnasio
de gimnasia para ver al atleta Dimas Marín en pleno entrenamiento, pude sentir
como la adrenalina corría por mi cuerpo, ya que al oír la música de competencia
con la cual entrena me transmitía energía. Poco fue la espera para comenzar a
conversar con el campeón Dimas Marín, quien con su indumentaria deportiva y una
emotiva sonrisa me recibió he invito a recorrer las instalaciones mientras
conversábamos. La primera pregunta, parecía necesaria:
¿Eres un hombre entregado totalmente al deporte?
“El deporte ha sido mi pasión desde niño y representa algo muy
valioso en mi vida, pero también me apasiona el baile y el superarme
profesionalmente. (responde, entre risas y suspiros)”
¿Como inicia tus pasos en este
mundo?
Recuerdo que desde pequeño siempre sentí mucha afinidad hacia los
deportes, pero es hasta los seis años de edad cuando mi hermano mayor Rafael,
me lleva a comenzar a entrena esta disciplina en el Liceo Arístides Rojas,
recuerdo que practicábamos en un gimnasio improvisado pero con muchas ganas de
aprender y hacerlo bien, afirma el campeón mostrando una mirada perdida como
trasladándose al pasado.
¿El campeón nace o se hace?
Fíjate que mi primera competencia nacional fue en Maracay y me fue
muy mal, allí quede detrás de las ambulancias (responde con cierta carisma
recuperando su sonrisa) y desde allí le puse más empeño y sentí que iba
mejorando mi técnica y condiciones. Fui creciendo y entendiendo que en el
deporte la seguridad mental juega un papel importante y aprendí algo que
considero mí mejor secreto: La cuestión no está en pensar que se puede, sino en
sentir que lo tienes y por lo menos no me ha ido mal.
¿Eres buen perdedor?
Hay que ser bueno en todo y siento que no hay perdedores, sino que
todos ganamos a la final, ya que de un fracaso aprendes algo y eso lo pones en
práctica para tu futuro y seguro te va mejor, así que perdiendo se gana.
Tu competencia más importante cual
ha sido?
La primera cuando tenia
seis años, ya que ahí sentí el deseo de desarrollarme como atleta de esta
disciplina, en la escala nacional los Juegos Juveniles Nacionales lo considero
de gran importancia porque el hecho de consagrarme como un campeón nacional me
da la valentía y gallardía para representar a mi país fuera de sus fronteras, en
el ámbito internacional podría mencionarte El mundial de Gimnasia Aeróbica que se realiza
anualmente en la República Popular
de China, La Copa Suzuki
que se disputa en Japón y los Juegos Panamericanos; Dios mediante aspiro
participar en Las Olimpiadas cuando el Comité Olímpico admita la Gimnasia Aeróbica
como deporté olímpico.
¿Cuál es tu deseo más
importante en el plano terrenal?
El ser deportista me ha permitido vivir diferentes momentos y
etapas, los cuales han marcado sus secuelas en mi vida, el deporte como
inclinación de vida siempre ha sido y será mi pasión, al igual que consagrarme
como un profesional íntegro en la docencia deportiva y constituir un núcleo
familiar sólido, en ese momento de mi vida creo haber alcanzado mi mayor deseo
terrenal que es la paz espiritual, termina diciendo el atleta con brillo en sus
ojos.
Terminamos el recorrido de las instalaciones, en la oficina de la
presidenta de la asociación de gimnasia, en donde están todas las medallas
alcanzada por este atleta, quien me la muestras narrando sus anécdotas con la
cual ha ganado cada una de ellas, y al mirarla brota de sus ojos un inmenso
orgullo, y dibuja en su rostro una sonrisa enorme que culmina con el
desprendimiento de una lagrima que recorre sus mejillas como muestra de una
mezcla de sentimientos encontrados.
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